Un líder de hielo

El líder de la Liga apunta a congelar la clasificación hasta la última jornada. Esta maniobra les daría el título y saben la fórmula para mantenerla. El Atlético de Madrid cuenta con el colmillo del campeón para adelantarse y un repliegue marca de la casa, en el que todos y cada uno de los soldados aportan y apartan al rival de un hipotético empate. Solo así el Atleti puede proclamarse vencedor y el Sevilla, uno de los escollos más duros del campeonato, lo vivió en sus propias carnes en el Metropolitano.
Los colchoneros no dominaron la posesión y vivieron en su área el 80% del partido. Pero es que no hay zona en la que el Cholo Simeone esté más tranquilo de ver a sus pupilos, que forman un muro por el momento infranqueable para un Sevilla meritorio, pero que se deshizo como un azucarillo cada vez que encaró la portería de Oblak. Resultado, victoria para el líder, que lo es más tras su última obra en la gélida noche de la capital.
Atlético de Madrid y Sevilla saltaban al césped en medio de un temporal histórico y la gran noticia era, precisamente, el notable estado del terreno de juego. Los operarios del conjunto rojiblanco trabajaron a destajo para que esto así sucediera y el buen fútbol, al contrario que en otros campos del fin de semana, sí contaba con posibilidades reales de desplegarse en el Metropolitano.
Por el camino, y antes de que comenzara el encuentro, Simeone ya había tomado decisiones llamativas, pero también recurrentes. Joao Félix, y está dejando de ser novedad, se quedaba fuera de un once que empieza a tener cada vez más fijos, entre los que no está el artista portugués, que necesita de más sangre e intensidad para volver a convencer al Cholo de que debe ser indiscutible. Arriba, en sustitución del ‘7’, estaba el ’10’, Ángel Correa, acompañando al matador Suárez frente a una de las mejores defensas de la Liga. El triángulo defensivo formado por Koundé, Diego Carlos y Fernando es uno de los principales argumentos del Sevilla, por no decir el mayor, y el Atlético tendría que abrir su cerrojo sin, a priori, el jugador más talentoso de su plantilla. Después de unos primeros minutos con alguna duda, provocada por las cabalgadas de Ocampos y En Neysri, el Atlético se soltó moderadamente la melena, y con la pegada del campeón del su lado, Correa iba a dar media vuelta para asestar el primer golpe al luminoso.
Koundé hace tambalearse el muro
El 1-0 ya campaba a sus anchas en el marcador y eso significa el resultado favorito de un Atlético que pasó a replegar hasta con 10 hombres, dejando sólo a Luis Suárez en una primera línea, por ende, poco efectiva. Correa bajaba en derecha casi hasta formar un doble lateral con Trippier y así, con el equipo empujado por voluntad propia hacia su área, la comodidad subía de la mano de las opciones de contraataque, pues el Atleti siempre acababa imponiéndose a la ofensiva posicional del Sevilla de Lopetegui.
La batalla contra el frío se postulaba también desde el tablero de ajed...